martes, 6 de noviembre de 2012

La inagotable versatilidad de Colombia


Tomado de http://www.el-nacional.com/viajes/inagotable-versatilidad-Colombia_0_62993748.html  Revista venezolana.



Diversidad es la palabra que mejor define al país vecino. Sus ciudades y maravillas naturales merecen ser visitadas más de una vez


Bogotá, generosa metrópoli Esta ciudad, la más grande de Colombia, es valorada por la educación y calidez de su gente. Comparte su título de capital del país con el nombramiento de Capital Mundial del Libro, distinción hecha por la Unesco en 2007. La Feria del Libro de Bogotá es uno de los mejores avales de este reconocimiento. 

En el barrio más antiguo, La Candelaria, los paisajes se componen de construcciones coloniales y flores que se derraman desde los balcones. Allí se ubican el Palacio de Nariño, el edificio del Congreso de la República y la Catedral Primada. Su oferta cultural abarca el Museo Quinta de Bolívar, el Museo del Oro, el Museo de Trajes Típicos de Colombia y la biblioteca Luis Ángel Arango, que recibe más visitas que la Biblioteca Pública de Nueva York. 

Un plan destacado es la visita al cerro de Monserrate. La vista arranca suspiros y puede disfrutarse mientras se come en sus restaurantes. Entre en la Basílica del Señor de Monserrate. El paseo en el Tren de la Sabana, que se puede tomar en la antigua estación de ferrocarril, atraviesa la ciudad y conduce a pueblos cercanos. Uno de ellos es Zipaquirá, municipio sede de la impresionante Catedral de Sal. Otros imperdibles: ser testigo del Festival Iberoamericano de Teatro el más grande del mundo  y pasar una noche de fiesta en el emblemático Andrés Carne de Res. 

Cartagena, seductora costa El Caribe complace siempre. 

Una de sus joyas, Cartagena de Indias, fue declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1984. Sus emblemáticas murallas son las más largas de Latinoamérica, con una longitud total de 11 kilómetros. 

En el Museo de las Fortificaciones (www.fortificacionesdecartagena.com) podrá dar un paseo por la historia de los bastiones que defendieron la ciudad. En los cuarteles del siglo XVIII, conocidos como Las Bóvedas, encontrará talleres de artesanía. No se pierda la visita al castillo San Felipe de Barajas, cuya situación en la colina de San Lázaro desempeñaba un papel disuasorio de cara a los invasores. 

En el Palacio de la Inquisición observará los instrumentos de tortura que empleaban en la época. La plaza Santo Domingo, ubicada en el corazón del centro histórico, es uno de los íconos de la rumba y la bohemia del lugar. En la Calle del Arsenal proliferan los bares y restaurantes como el famoso Míster Babilla. El barrio Getsemaní, de estilo colonial y preferido por los extranjeros, posee alojamiento para todos los gustos y opciones de entretenimiento. Visite el Parque Nacional Natural Corales del Rosario, que alberga arrecifes de coral, un acuario con shows marinos y peces de mil especies. 

Barranquilla y su carnaval El río Magdalena, el más importante del país, ha sido testigo de la evolución geográfica y cultural de Barranquilla, la urbe más grande y desarrollada del Caribe colombiano. Su fiesta más afamada, el Carnaval, fue declarado por la Unesco como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. 

Quienes deseen conocer los detalles que construyen la idiosincrasia de la región pueden pasear por el Museo Romántico, que expone la historia de la ciudad, y el del Caribe, que constituye un homenaje a la apasionada cultura costeña en todas sus dimensiones. 

Anótese en una cena temática al atardecer en el Castillo de Salgar, en Puerto Colombia; no deje de comer en el restaurante La Cueva que fue refugio del Grupo de Barranquilla, conformado por legendarios intelectuales colombianos como Gabriel García Márquez  y visite la Casa de los Hacedores del Carnaval. 

Archipiélago de biodiversidad Arena inmaculada y un mar de siete colores. Historias de piratas, colonos, pugnas por la territorialidad y mezclas. La magia de las mezclas. Todo esto se vive en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 2000. Allí se encuentra una de las más grandes barreras de coral del hemisferio occidental. De sus 40 playas, algunas son casi vírgenes. 

La lengua local es el creole inglés, aunque sus habitantes hablan español. Tres parques naturales dan cuenta de la diversidad: el Old Providence McBean Lagoon (Providencia), el primer parque de manglares declarado en Colombia, y los regionales Johnny Cay y Old Point, en San Andrés. 

La isla más grande y poblada del archipiélago es San Andrés. 

En El Centro, también llamado North End, se encuentra la mayoría de comercios y hoteles. Su playa principal es Spratt Bight, conocida como Bahía Sardina. En la parte más alta de la isla, el pueblo de La Loma exhibe sus coloridas casas con vista a la paleta del océano. 

Providencia y Santa Catalina, dos islotes volcánicos, comparten una extensión de 18 kilómetros cuadrados. El snorkel, submarinismo y canotaje son algunas de las actividades que pueden realizarse en la embriagante naturaleza de las islas y sus cayos. Las carreras de caballos en la playa son tradición. Para los más aventureros, el senderismo desafía antiguos volcanes con vistas espectaculares como recompensa. 

Medellín y su renacer La urbe muestra una cara más limpia, verde y digna de ser recorrida con calma gracias a una exitosa renovación, producto de un sistema integrado de transporte. No en vano es sede de importantes eventos como la Feria de las Flores y Colombiamoda. 

Cinco enormes parques-biblioteca ejemplifican el renacimiento de la ciudad de la eterna primavera. Están situados en barrios desfavorecidos con el fin de acercarles espacios educativos, culturales y públicos. Destaca el Parque Biblioteca España (www.reddebibliotecas.org.co), enclavado en una colina del barrio Santo Domingo Savio y compuesto por un trío de edificios que parecen enormes rocas negras. 

El Parque de los Pies Descalzos es una explanada que ofrece a los visitantes un recorrido peatonal sensorial. Sentir la arena en los pies en un apacible jardín zen, escuchar la suave corriente de los estanques y hacerse pequeño en los bosques de bambúes es una experiencia que desconecta de la dinámica urbana. 

La estación de ferrocarril de Antioquia, restaurada, lo devolverá a otra época, mientras que la Plaza de Cisneros lo sumergirá en un bosque urbano donde 300 columnas de hormigón en forma de agujas iluminadas simbolizan los árboles. Visite también el parque Bolívar, conocido como Villanueva. Los sábados encontrará un colorido mercado artesanal y conciertos organizados por la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Antioquia. 

No se pierda el cultural barrio Prado Centro, la Plaza Botero y el Museo de Antioquia (www.museodeantioquia.org.co). 
Un triángulo con olor a café Tierra de haciendas, senderos, valles, tradición y bosques de niebla. El Triángulo del Café, integrado por los departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda, fue declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco. 

Manizales, capital de Caldas, es la más antigua de las ciudades del eje cafetalero. Conserva reliquias como la Catedral Basílica Metropolitana de Nuestra Señora del Rosario. Un circuito recomendado es el del Recinto del Pensamiento, un trayecto en telesilla que brinda una vista aérea del Ecoparque de Selva Húmeda Tropical Yarumos. En el Parque Nacional Natural Los Nevados podrá apreciar los picos El Ruiz, un volcán activo; El Cisne, Santa Isabel, El Quindío y El Tolima. 

Pereira, capital de Risaralda, es la más grande y poblada del triángulo. Alberga escenarios propios del bosque húmedo de la zona andina como el santuario de fauna y flora Otún Quimbaya, la laguna de Otún y el Nevado de Santa Isabel. Cerca pueden visitarse el municipio de Santa Rosa de Cabal y sus termales. En la capital del departamento de Quindío, Armenia, el Parque Nacional de la Cultura Agropecuaria (Panaca) y el Parque Nacional del Café son dos escenarios que reúnen los atractivos de la región cafetalera. 

Móntese en un tradicional jeep Willys y recorra en balsa el río La Vieja. Desde Salento, el pueblo más antiguo de Quindío, parten excursiones al Valle del Cocora. Allí encontrará el árbol nacional de Colombia: la palma de cera. 

La inagotable versatilidad de Colombia




Sabor, fiesta y salsa en Cali Sitios para bailar al son de la salsa, cultura y ecoturismo son las grandes ofertas caleñas. Destacan el Jardín Botánico, los parques Bataclán, del acueducto, de las Garzas, de la Guitarra, de las Iguanas y de la Vida. A las afueras de la ciudad, la hacienda El Paraíso revive la historia de la novela María, de Jorge Isaacs. 

Los escenarios tradicionales de la rumba, la Avenida Sexta y Juanchito, retumban con el talento para el baile de los locales. 

La Feria de Cali, que se realiza en diciembre, sirve de excusa para el Salsódromo, donde las escuelas de baile de Cali y otras invitadas desfilan con impactantes coreografías. 

martes, 24 de julio de 2012

MEDELLÍN :)










Valle de Aburrá

Ciudades de Luces, Paisajes y Flores


Pasado, presente y futuro: del pueblo a la gran región metropolitana.
Pasado y presente:

El Valle de Aburrá se encuentra ubicado en el centro de Antioquia, circundado por hermosas montañas y articulado por el Río Aburrá, posee 3'213.000 habitantes, congrega 10 municipios del departamento de Antioquia, como son Barbosa, Girardota, Copacabana y Bello, al norte; Medellín municipio núcleo; Envigado, Itagüí, Sabaneta, La Estrella y Caldas, al sur.
Esta zona está catalogada como la de más progreso económico y social del departamento, debido a que a lo largo de las décadas, concentró el mayor nivel industrial, centros de educación superior y las más amplias coberturas en el área de los servicios públicos.
El Área Metropolitana trabaja por el fortalecimiento del turismo en el Valle de Aburrá procurando resaltar los inmensos recursos naturales que poseen cada uno de los municipios, como el clima cálido de la zona norte, ideal para pasar unas vacaciones o para disfrutar simplemente de un fin de semana en sus fincas de recreo, y para complementar con otras actividades como los charcos, el parapentismo, el senderismo, el agroturismo con todos los trapiches y las caminatas ecológicas.
En la zona sur se disfrutan otras actividades como las visitas al Santuario de María Auxiliadora en la iglesia de Santa Ana y el Parque Recreativo y Ecológico La Romera en el municipio de Sabaneta, las cabalgatas rurales, los hermosos paisajes, los museos, las casas de la cultura con sus programaciones especiales, gran variedad de restaurantes, estaderos, fondas y discotecas, y en fin, mucho que ofrecer a los visitantes para que no se queden solamente en Medellín.
Es importantísimo destacar la cercanía de cada una de estas municipalidades, unas con otras y con el municipio núcleo, siendo Barbosa la jurisdicción más lejana, ubicada a tan solo una hora de Medellín.

Paraíso de compras

La capital del departamento de Antioquia y sus municipios vecinos constituyen un gran parque comercial. Usted cuenta con más de 25 centros comerciales a su disposición a lo largo del Área Metropolitana con una excelente reputación especialmente en el campo de la moda donde la imagen alcanza nivel internacional.

Destino de salud

El Valle de Aburrá posee una importante red hospitalaria público - privada con reconocido cuerpo médico en todas las especialidades, que la convierte en destino elegido de visitantes nacionales e internacionales que buscan las mejores opciones a nivel de la salud y la estética.


Feria de las Flores de Medellín: cuando la ciudad se inunda en flores

En agosto, cuando Medellín conocida como la “Ciudad de la eterna primavera” florece en todo su esplendor y los balcones, las terrazas, los jardines y las vallas se inundan de flores, inicia la famosa Feria.
La Feria de las Flores tiene la duración de aproximadamente 10 días y se desarrolla cada año, en las primeras semanas del mes de agosto. Este evento anual ofrece a los visitantes más de 140 eventos culturales, tradicionales y modernos tales como: Feria Nacional Equina, Festival de Orquestas, Festival Nacional de la Trova, desfile de carros clásicos y antiguos, caminata canina, tablados musicales y culturales, Festival del Recuerdo y de la Canción Popular, Concurso de Mujeres Talento, caravana de chivas, Campeonato Nacional de Sonido sobre Ruedas, entre otros.
La Feria de las Flores es uno de los episodios culturales de Colombia más cargado de afirmación de la identidad y el evento que reúne a todos los antioqueños y a miles de turistas que visitan la ciudad de Medellín, convertida, por estos días, en un espacio que vibra con las flores, la alegría, la música y la diversión.

Orígenes de la Feria de Flores


La primera Feria de las Flores tuvo lugar el 1º de mayo de 1957 y duró cinco días. La programación incluía casetas para bailes, ubicados en diferentes sitios de la ciudad para que el pueblo pudiera divertirse.
Para buscar alguna novedad e integrar a los paisas en la fiesta, uno de los ilustres antioqueños, don Arturo Uribe, propuso el desfile de los silleteros.
Para esa ocasión, invitó a los silleteros del corregimiento de Santa Elena que tradicionalmente, de generación en generación, se dedicaban a la producción de flores. La invitación fue aceptada por cuarenta silleteros y el desfile enamoró a los espectadores atraídos por la belleza de las flores y el colorido del espectáculo.
Medellín, el lugar que no tiene estaciones del año, pero que convierte el agosto en primavera.



Los silleteros: una tradición para no olvidar

El evento más representativo de la Feria es, sin duda alguna, el Desfile de los Silleteros (campesinos que producen hermosos arreglos de flores y los cargan en sus espaldas), reconocido como Patrimonio Cultural de Colombia.
Las silletas, construidas en madera, con un espaldar y dos agarraderas que permiten colgarlas en los hombros, fueron utilizadas ya en la época de la Colonia para transportar personas en las montañas de Antioquia.
El uso de la silleta se generalizó y la palabra silletero pasó a denominar a los que se dedicaban a la venta de flores en las calles de la Medellín de principios del siglo XX.
La figura más emblemática de esta tradición es la legendaria María “La Larga”, silletera y andariega que transportaba niños en su espalda. María y su novedoso sistema de desplazamiento convincieron a muchos campesinos de la región para llevar sus cargas florales en las espaldas y así traerlas a la ciudad de manera más rápida, cómoda, segura y menos desgastante.
Cada año, hombres, mujeres y niños llevan con mucho orgullo en sus espaldas la representación de sus vidas, de su historia, de su tierra y de su cultura ya que las flores han hecho parte de su desarrollo.
A este espectáculo esperan los turistas nacionales y extranjeros que, con el grito emblemático de “Cuando pasan los silleteros, es Antioquia la que pasa”, celebran esta hermosa tradición campesina que representa a Colombia ante el mundo.

Silletas bajo la lupa

  • Una silleta puede llegar a pesar hasta setenta kilos y medir hasta cinco metros de altura con un diámetro similar.
  • Las silletas tradicionales se elaboran por alrededor de 25 tipos de flores, pero hay algunas que contienen hasta más de setenta clases de flores.
  • Las flores utilizadas para la elaboración de silletas son: pinochos, lirios, claveles, agapantos, chispas, girasoles, tul de novia, gladiolos, pompones, claveles, rosas y orquídeas.
  • En ocasiones especiales, en las silletas se pueden encontrar pensamientos, bocas de dragón y flores muy silvestres que por su fragilidad demandan cuidados especiales.
Cada agosto, la ciudad de Medellín florece y con ella, la Feria de las Flores que reúne miles de personas, celebrando el florecimiento de la raza, de sus costumbres y de la vida misma.

domingo, 25 de marzo de 2012


ESPELEOLOGÍA
Un reto colmado de sorpresas

La espeleología es conocida en Colombia como la actividad recreativa de explorar cavernas. Es considerada una de las aventuras más llamativas e interesantes del mundo del deporte extremo.

Son varias las ciudades nacionales en las que se practica la espeleología, pero es en las cercanías de San Gil, Santander, en donde se desarrolla con mayor firmeza  y demanda.

En algunos lugares se conoce como ‘’ espeleísmo’’, ya que el término de espeleología, en su definición, se refiere a la ciencia que estudia las cavidades subterráneas desde su topografía, geología, zoología, paleontología. Sin embargo es este último en el que se utiliza más, debido a que los deportistas en muchas ocasiones son quienes hacen los descubrimientos y comunican sus hallazgos para que sean estudiados por especialistas.

El reto del deporte depende del tipo de cueva, ya que cada una posee características físicas diferentes que varían desde longitud de las cavidades, el volumen de agua y otras condiciones, como la presencia de fauna diversa.
Cueva del Indio

Escalar o arrastrarse es comúnmente necesario, igualmente que el uso de cuerdas, mosquetones, anclajes y arneses, herramientas que también se usan en el montañismo. El rápel, torrentismo y la natación son otras actividades importantes dentro del ejercicio de la espeleología, ya que en el itinerario de exploración es normal encontrarse ante la posibilidad de lanzarse al agua desde varios metros de altura.

A lo largo de la historia, las cavernas han sido exploradas por necesidad, curiosidad o razones místicas. Sólo a partir del último siglo la actividad se desarrolló como un sofisticado pasatiempo. La modernización del equipo y la indumentaria cambió bastante la práctica, permitiendo asumir más riesgos, hasta el punto de ser considerado un deporte extremo.

La cueva del Indio en el municipio de Páramo, a unos 20 minutos de San Gil, es una de las más visitadas en el país y forma parte de la mayoría de paquetes de turismo extremo que se ofrecen en la región. La entrada puede darse caminando, a través de un vertiginoso cruce en tarabita (una especie de rústico teleférico) o por medio de una polea en un cable directo. Sus cavidades rocosas y llenas de estalactitas, sus abismos colmados de agua, la misteriosa y oscura atmósfera, y el suspenso que provoca la presencia de murciélagos, abren el espacio a una aventura sin límites que lleva realizándose de forma recreativa en el país desde hace ya más de siete años. El recorrido es de aproximadamente 1,5 kilómetros, comúnmente tarda un par de horas y tiene un costo promedio de 30.000 pesos- con equipo incluido- por persona, según la empresa con la que se haga el contrato.
El interior de una caverna conlleva un misterio sin límites

Otras cuevas concurridas en la región son La Antigua en la vía a Barichara, las del Yeso y la Vaca en el municipio de Curití (a solo diez minutos de San Gil) y Doña Pola, en Villanueva.
La espeleología en general se practica en varias zonas del país, entre las que se destacan Villa de Leyva, en el departamento de Boyacá, y Suesca, en Cundinamarca, dejando por sentado que es una actividad que día a día cobra más y más adeptos que buscan explorar las maravillas y misterios de la naturaleza colombiana.

martes, 13 de marzo de 2012


La comida colombiana


Colombia tiene una gran riqueza cultural y étnica, y cada una de sus regiones representa una identidad marcada por siglos de historia en los que convergen infinidad de tradiciones, sonidos, colores y por supuesto sabores, esos mismos que han definido a la cocina colombiana como una de las más exquisitas de nuestro continente.
Nuestra gastronomía colombiana fue influenciada por las culturas que llegaron al país en la época de la conquista y por eso no podemos hablar de ‘’una sola comida colombiana’’ sino de una gran diversidad basada en tradiciones, sabidurías y culturas de todas nuestras regiones.
En este top 10 encontrará esas comidas típicas que han definido por años el sabor de nuestra tierra.

Bandeja paisa
1. Bandeja paisa: quizá sea una de las comidas más representativas de nuestro país. Típica de la cocina antioqueña, la bandeja paisa está conformada por los tradicionales fríjoles antioqueños, arroz, carne molida, chicharrón, huevo frito, plátano maduro, chorizo, arepa, morcilla y aguacate. Es un plato que ha sido denominado por muchos como el plato nacional, aunque este no se consuma de la misma forma en todas las regiones de Colombia.

Ajiaco santafereño
2. Ajiaco santafereño: es uno de los platos preferidos de la cocina tradicional colombiana. Se prepara con papa criolla, papa pastusa, papa sabanera, mazorca, pollo y las guascas, ingrediente que le da ese sabor inconfundible y exquisito a esta comida originaria de los indígenas chibchas de la región Andina. Su nombre fue creado por los españoles, quienes en sus viajes encontraban muchas sopas o guisos elaborados con diferentes ingredientes y preparadas con ají, un condimento aborigen. El ajiaco suele acompañarse con crema de leche y alcaparras, y servirse con arroz y aguacate.

3. Mute santandereano: este es uno de los platos más tradicionales del departamento de Santander. Se trata de una sopa a base de costilla de res y carne de cerdo, ingredientes que le dan un sabor único que, sumado a una gran cantidad de verduras y especias, lo convierten en una comida imposible de rechazar. El mute se acostumbra a comer acompañado de arroz y aguacate.

4. Sancocho vallecaucano: éste plato típico de la región del Valle del Cauca se prepara con gallina, papa, yuca y plátano. Algunas personas también usan cola de res picada, además de los ingredientes usuales. Se acostumbra servir el caldo aparte y en una bandeja el resto de ingredientes con hogao caliente y acompañados son arroz patacón y aguacate.

Tamal
5. Tamal: esta deliciosa comida colombiana tiene la particularidad que puede disfrutarse en cualquier momento del día. Es ideal para un desayuno o también para una tarde fría pues suele acompañarse con un chocolate bien caliente y pan o arepa. El tamal es típico del Tolima y se prepara con arroz, arveja, carne de res, gallina y cerdo, además de huevo, papa y condimentos. El envoltorio con hojas de plátano le da un toque único a su sabor.
6. Mondongo: esta sopa con callo o carne de mondongo cortada en cuadrados, res, verduras y mazorca. Es una de las comidas típicas de Colombia, aunque se ha extendido principalmente a la Costa Caribe, Santander y el Altiplano Cundiboyacense. Como muchos de los paltos típicos de nuestro país, se acompaña con arroz y aguacate.


Butifarra
7. Butifarra: es un embutido compuesto de carne y tocino picado, además de una buena cantidad de pimienta. La población de Soledad, en el departamento de Atlántico, es reconocida nacionalmente como la cuna de este plato que se come con limón y acostumbra acompañarse con huevo duro.


8. La empanada: ya sea de carne, pollo, mixta, de queso o hawaiana, la empanada se ha convertido en un alimento emblemático de nuestro país. En cada región de Colombia las empanadas son preparadascon masas de harina de trigo o de maíz y sus rellenos varían entre papa, carne queso y arroz. Suele comerse con ají y con tajada de limón.

Arepa de huevo
9. Arepa de huevo: quien haya estado en la Costa Atlántica de vacaciones, seguramente ha tenido la oportunidad de disfrutar de una deliciosa ‘’ arepa e’ huevo’’. Preparada con harina de maíz, esta arepa se fríe con un huevo en su interior, y es ideal para un desayuno típicamente costeño.

10. Lechona: esta es otra de las delicias gastronómicas del departamento del Tolima. Para su preparación se usa un lechón que pese mínimo dos arrobas; luego de ser removidas las carnes y los huesos, dejando una capa uniforme de un centímetro de grosor del tocino pegado al cuero, se le adicionan los ingredientes como cebolla, arveja seca, papa, arroz blanco, sal y pimienta. La lechona suele comerse acompañada de arepa blanca.